Adrián Pulido
CríticasEstrenos0 Comentarios 0
La última de las grandes artistas en formar parte del fatídico grupo “de los 27” nos dejó en 2011, dejando tras sí una corta pero muy intensa carrera musical que la convirtieron en una de las mejores y más icónicas artistas del siglo XXI. Por tanto no era nada de extrañar que en un momento en el que el biopic musical es un recurso anual en las carteleras, la película sobre la vida y la obra de Amy Winhouse tuviera luz verde. La directora de Cincuenta sombras de Grey (2015) es la encargada de llevar a la gran pantalla la exitosa y decadente vida de una de las voces más importantes de la Historia de la música en una película correcta y rodada con alma, pero a la que le falta pasión, una ausencia de pasión que se siente injusta para con el legado de Amy.
Sam Taylor-Johnson no es precisamente una gran directora, las cosas como son, pero es cierto que tiene unas dotes referentes a lo visual que en ocasiones funciona como su característica más a tener en cuenta. Ya pasaba con Cincuentas sombras de Grey en donde lo único destacable para bien era principalmente un depurado apartado visual que elevaba a la cinta más allá de ser un folletín de sobremesa, tenía presencia visual que le daba cierto caché, algo que afortunadamente vuelve a ocurrir con Back To Black, un digno biopic musical, quizá demasiado formulaico, pero sin duda muy elegante y correcto, porque en general es una película que destacada a todas luces por ser correcta, algo que irónicamente nunca caracterizó a su protagonista real.
Back To Black homenajea la corta vida de Amy y sus muchos logros musicales. La cantante natural del barrio de Camden de Londres tenía un talento único para componer música y una voz irrepetible de esas que solo se escuchan una sola vez en la vida. Con apenas dos discos lanzados (Frank y el multipremiado Back To Black) conquistó el mundo entero. Con una estética que iba entre lo pin up y lo urbano, se convirtió en un muy corto espacio de tiempo en una artista única e icónica que impregnó de personalidad y rango artístico a toda esa subcultura de barrio urbano y la llevó hasta el salón de la fama de la música para siempre. Repasar los muchos logros y los también muchos escándalos de la vida de Amy Winhouse era un reto quizá demasiado morboso en concepto, sobre todo después de saber todo lo que había que saber sobre ella gracias al documental ganador del Oscar de la Academia Amy de Asif Kapadia.
El film de Sam Taylor-Johnson huye de forma muy consciente de cualquier detalle morboso sobre Amy. La intención de la directora y el guión de Matt Greenhalgh es la de rendir homenaje al mito a través de conocer a la persona que había detrás, pero sin juzgarla en ningún momento. Algo que se siente acertado y entendible ya que la película contó con la aprobación de la familia de la artista, incluyendo a su padre quién tuvo la actitud más reprochable e influyente en la vida y muerte de Amy, después de Blake Fielder-Civil, ex-marido de la cantante y la fuente originaria de toda la problemática con las drogas y el alcohol que acabó por cobrase la vida de la joven artistas. “La cinta se centra en mostrar a Blake a través de los ojos de Amy; para ella, Blake era una figura rebelde, glamorosa, pero tampoco queríamos eludir el hecho de que usaban drogas», señaló la productora Alison Owen. «Nuestra visión era centrarnos en su luz, no en la oscuridad». Algo que queda totalmente en claro en todo momento Back To Black es una película que pretende celebrar el legado de la artista y en honor a la verdad lo consigue gracias a una inspirada dirección atinada en particular en los apartados visuales y a la hora de retratar a la artista desde una óptica femenina.
Hay muchos detalles dentro del film que hubiesen sido muy difíciles de percibir de la misma manera en la dirección de un hombre. La directora Sam Taylor-Johnson da lo mejor de sí misma a la hora de dirigir a la notable Marisa Abela y la hora de componer los flashbacks detrás de la composición de las letras y las canciones de Amy. Probablemente el momento en el que Melisa hace de Amy descubriendo al mundo por primera vez su inmortal hit “Back To Black” es el mejor momento de la película, porque está construído a partir de la lógica de cómo todo los sentimientos que en ese momento atormentaban a la artista le sirvió para parir una de las mejores canciones de todos los tiempos que sintetiza ejemplarmente todo lo que supuso la corta vida de Amy y por qué su muerte se precipitó mucho antes de lo que debía.
Back To Black tiene mucha alma y funciona correctamente como biopic musical de manual en el que al menos sientes a la artista y la intérprete dando lo mejor de sí misma sin llegar a ser una imitación o un karaoke en plan Tu cara me suena. Marisa Abela capta a Amy a través de los pequeños detalles y en ocasiones sientes que Amy está ahí. Su voz y su impresionante capacidad vocal para tratar de emular la peculiar voz de Amy es algo asombroso, ella canta todas y cada una de las canciones de la película y aunque evidentemente no canta como Amy, sí que captura su esencia de forma ejemplar. Posiblemente ella sea la segunda mejor razón de que esta película se haya llevado a cabo, porque ha presentado al mundo una intérprete con muchas cualidades por explotar en una carrera que podría ser próspera.
El film sobre la vida y obra de Amy Winhouse es muy entretenido y muy inspirado en algunos momentos y debería otorgar cierto agrado a los fans de la artista, aunque se siente que está destinada más a conectar con el público general que con el fan. Sea como sea es un excelente complemento al documental de 2015 Amy y juntos forman un más que adecuado tributo a una artista irrepetible que lamentablemente nos dejó mucho antes de lo que merecía (merecíamos).
Título original: Back to Black Director: Sam Taylor-JohnsonGuión: Matt GreenhalghFotografía: Polly Morgan Música: Nick Cave,Warren Ellis Reparto: Marisa Abela,Ryan O’Doherty,Jack O’Connell,Eddie Marsan,Juliet Cowan,Lesley Manville Distribuidora:Universal Pictures Fecha de estreno: 31/05/2024
